‘No estoy de acuerdo con quien piense que sitúo muy bajo la escritura creativa. La creatividad se demuestra de muchas formas: bordando, cocinando platos especiales, dibujando y esculpiendo, componiendo música y escribiendo libros y cuentos. La única diferencia es que se logra más fama de una forma que de otra’
La reina del crimen, como así era llamada, fue una mujer muy tímida que pocas veces concedió entrevistas. A lo largo de 56 años de actividad creadora, Agatha Christie (1890-1976) escribe 81 novelas policiacas que, traducidas a multitud de idiomas, con más de trescientos millones de ejemplares vendidos, la sitúan entre los escritores más comerciales del mundo. También escribe seis novelas sentimentales con el pseudónimo Mary Westmacott y adapta varias de sus novelas al teatro, entre las que destaca La ratonera que ha roto todos los récords en cuanto a representaciones ininterrumpidas. Varias de sus novelas son el origen de películas tan conocidas como Testigo de cargo (Billy Wilder, 1958), Asesinato en el Oriente Express (Sidney Lumet, 1974) y Muerte en el Nilo (John Guillermin, 1978).
En su Autobiografía, que se publica póstumamente, plasma recuerdos de sus viajes, sus hobbies como montar en avión o surfear por las playas de Australia y Gran Canaria, entre medias de la narración de sus relaciones familiares, sus dos matrimonios: uno con el coronel de aviación, Archibald Christie con el que tuvo una hija, y el otro con el conocido arqueólogo Max Malowan, así como las expediciones arqueológicas realizadas con este último a Mesopotamia, Egipto y Siria.
Uno de los episodios más extraños y novelescos en la vida de Agatha Christie se produce el 3 de diciembre de 1926, estando aún está casada con Archi. Alrededor de las 20.45 horas, Agatha salió en coche de su casa en Styles (condado de Berkshire, al oeste de Londres) y su automóvil, un Morris Cowley, fue encontrado al día siguiente abandonado en una cuneta cerca de Guilford, al sur de la capital británica, pero sin rastro de la novelista. 11 días de búsqueda y de angustia que dio un giro a la vida de Agatha, un episodio que por cierto no quiere contar en su Autobiografía.
Es la escritora de misterio con más libros vendidos en todo el mundo, la más leída y más traducida que su compatriota William Shakespeare. Sus dos personajes literarios más famosos, Hércules Poirot y Miss Marple, ya forman parte de ese imaginario popular que muy pocos consiguen. Tenía una filosofía muy sui géneris: «Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único». Y en otro pasaje dice: «Me gusta vivir. He pasado momentos de mucha desesperación, sintiéndome desgraciada y muy afligida, sin olvidar pesar de todo que el solo hecho de vivir es algo grandioso».
Muere en 1976 rodeada de su familia y aclamada por todo el mundo. Cuando murió su hija Rosalind en 2004, se descubrieron muchos textos inéditos de Agatha. Entre ellos había finales alternativos de sus libros más famosos y otras obras desconocidas reunidas en 73 cuadernos. Un editor se encargó de recopilarlos y ordenarlos publicando en 2010 el libro titulado «Los cuadernos secretos»… Una mujer que no para de darnos sorpresas.